Los expertos en nutrición recomiendan instaurar políticas para frenar el aumento de peso
Según los últimos estudios, se prevé que una quinta parte de la población mundial tendrá problemas de obesidad en el año 2025, teniendo en cuenta el aumento de personas obesas en los últimos años.
La mayor parte de ese crecimiento se ha producido en hombres, que han pasado de un 3,2% al 10,8%, mientras que las mujeres obesas han pasado del 6,4% al 14% en los últimos 40 años.
Teniendo en cuenta esta evolución, se prevé que en 2025 el 18% de los hombres y el 21% de las mujeres serán obesos. Además, un 6% de hombres y un 9% de mujeres serán diagnosticados clínicamente con una enfermedad grave relacionada con la obesidad.
China y Estados Unidos están a la cabeza de países con sobrepeso
En cuanto a los lugares de residencia, China es el país que cuenta con un mayor número de personas con sobrepeso (43,2 millones de hombres y 46,4 millones de mujeres), seguido de Estados Unidos (41,7 millones de hombres y 46,4 millones de mujeres). Sin embargo, cuando hablamos de obesidad severa, 1 de cada 4 personas con esta enfermedad reside en Estados Unidos.
Según estos estudios, en 2025 el Reino Unido será el país que tendrá el nivel más alto de mujeres con obesidad en Europa (hasta el 38%), seguido de Irlanda (37%) y Malta (34%). Si hablamos de hombres, Reino Unido también se situará a la cabeza (38%), seguido por Lituania (36%).
A nivel mundial, Estados Unidos será el país que más mujeres y hombres obesos tendrá en 2025.
De ahí que los expertos en nutrición recomienden implantar políticas que frenen el aumento de peso y ayuden a cuidar de la salud de la ciudadanía. Por otro lado, cuando la enfermedad de obesidad crónica ya está implantada se puede valorar realizar una intervención de cirugía bariátrica, para reducir el peso del paciente (siempre que no funcionen el resto de métodos tradicionales para adelgazar).
Caminar es un ejercicio muy completo en el que se mueven 200 de los 650 músculos del cuerpo, es decir, un 30% del cuerpo. Por eso, esta actividad, realizada de forma regular, se convierte en un buen ejercicio para mantenerse en forma y combatir algunas enfermedades del corazón, problemas de circulación, osteoporosis, infecciones y sobrepeso.
De ahí que los fisioterapeutas y rehabilitadores aconsejen caminar unos 10.000 pasos al día para mejorar nuestro sistema inmunológico. Si se realizan 12.000 pasos empezamos a perder peso considerablemente y si superamos los 17.000 pasos, podemos considerar que estamos haciendo un ejercicio aeróbico muy eficaz.
También ayuda a la regeneración ósea
Por otro lado, caminar fortalece los músculos de la cadera, los muslos, las piernas; ayuda a controlar la presión arterial y a la regeneración ósea (porque el calcio de los alimentos se aprovecha más haciendo ejercicio); y por último, ayuda a controlar el estrés.
Todos estos beneficios hacen de este ejercicio una alternativa sana, para todos aquellos que no quieren o no pueden hacer otros ejercicios. Y es que caminar no sobrecarga los ligamentos ni las articulaciones, por lo que se reduce el riesgo de lesiones. Así, es perfecto para todas aquellas personas que tienen alguna otra patología que les impide realizar ejercicios de mayor impacto.
Si lo que queremos es adelgazar y perder peso, debemos acompañar las caminatas con una dieta adecuada, ya que por sí solo, caminar no nos hará perder peso. Recuerda que debemos quemar más calorías de las que ingerimos.
Controlar la ansiedad y hacer ejercicio son claves para evitar ganar peso
Todos conocemos de sobra los perjuicios que tiene el tabaco y el hábito de fumar sobre nuestro organismo y, por supuesto, sobre nuestra salud. Por ello, como tu centro médico de referencia, tenemos que insistir en la necesidad de dejar de fumar para evitar riesgos innecesarios. Muchas personas descartan la posibilidad de dejarlo debido al miedo a engordar una vez que abandonan el cigarrillo. Sin embargo, os animamos a perder ese miedo y pensar en vuestra salud. ¡Con nuestros consejos los cambios estéticos no serán apreciables! Además, no debéis olvidar que aunque ganéis peso, también ganaréis en salud.
Lo más importante es conocer las causas que producen el aumento de peso al dejar de fumar. Porque si las conocemos, será más fácil luchar contra ellas. Por otro lado, debemos tener en cuenta que la subida de peso es temporal y pronto recuperaréis la figura.
Nuestro metabolismo se ralentiza al dejar de fumar
Cuando fumamos, nuestro metabolismo se acelera debido a la nicotina. Además, mientras fumamos, tenemos menos hambre. Así, cuando lo dejamos, estos dos efectos se revierten y solemos ganar algo de peso.
A esto se le une que cuando dejamos de fumar sufrimos el síndrome de abstinencia, que es un proceso de ansiedad que nos lleva a comer más. Tenemos la necesidad de tener algo en la boca que sustituya al cigarro y nos damos a la comida. Una vez que desaparece la ansiedad, dejamos de tener esa sensación de hambre continua y, de forma natural, perderemos peso.
No obstante, es importante saber elegir los sustitutos del cigarro, para que engordemos lo menos posible. Por ejemplo, los caramelos y chicles sin azúcar pueden servirte para “engañar” a tu cerebro. Evita todos aquellos alimentos que tengan muchas calorías.
Asimismo, os recomendamos realizar más ejercicio del habitual. De esta forma, además de ayudar a perder el peso que vamos ganando, evitaremos tener hambre a todas horas.
¿Qué otras actividades te producen placer?
Por último, un truco para evitar caer de nuevo en el tabaco o en la comida, es sustituir el cigarrillo por alguna otra actividad o hábito que no sea tan nocivo. Pensad en cuáles son esas actividades que os generan bienestar y dan placer, y cada vez que sentáis la necesidad de fumaros un cigarrillo, empezad a realizarla. Esas actividades pueden ser: cantar, bailar, hacer trabajos manuales, ver una película, leer, pintar, ir al teatro,…
Si eres de los que todavía está enganchado al cigarrillo, y no lo dejas por miedo a engordar, sigue nuestros consejos y verás lo fácil que te resulta. Y si necesitas una ayuda extra, puedes acudir a tu neumólogo, para que pueda estudiar tu caso concreto e indicarte el mejor método para abandonar ese hábito tan perjudicial.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el número de niños y adolescentes con obesidad se ha multiplicado por 10 en los últimos 40 años. Así, se ha pasado de 5 a 50 millones de niña obesas, y en el caso de los niños, de 6 a 74 millones. En total, se puede hablar de que existen un total de 124 millones de niños y adolescentes obesos y 213 millones con sobrepeso, en todo el mundo.
En Europa, el 19%-49% de los niños y el 18%-43% de las niñas tiene sobrepeso. O lo que es lo mismo entre 12 y 16 millones de personas. Además, la tendencia indica que estas cifras van a ir subiendo.Más concretamente, en España, la obesidad ha aumentado en los últimos 40 años en niños del 3% al 12%, y en niñas del 2% al 8%.
El sobrepeso, uno de los mayores desafíos de la salud del siglo XXI
Manejando estas cifras, podemos decir que estamos ante un auténtico drama, que sufren más unos países que otros. De hecho los especialistas en Nutrición Infantilconsideran que la obesidad es uno de los mayores desafíos de la salud del siglo XXI. De ahí que sean tan importantes las políticas de prevención que se desarrollan en los colegios y que debemos inculcarles en casa también. Entre estos buenos hábitos que deben extenderse entre los más pequeños, encontramos: consumir un desayuno saludable, comer más fruta y verdura y evitar el sedentarismo.
El principal objetivo, prevenir la futura aparición de problemas como la diabetes o enfermedades cardiovasculares o llevar incluso a una muerte prematura. Y es que el aumento excesivo de peso durante los primeros años de vida, está asociado a estas patologías.
Si sospechas que tu hijo puede sufrir obesidad infantil, consulta inmediatamente al nutricionista o al pediatra. Él te dirá si efectivamente debes preocuparte por su peso, estudiará las variables de su caso concreto y determinará las pautas a seguir. ¡Por que prevenir es curar!
También tienen más riesgo de sufrir diabetes tipo 2, presión arterial alta o enfermedades cardiovasculares.
Las personas con obesidad tienen demasiada grasa en el cuerpo, y por eso tienen mayor riesgo de desarrollar problemas de salud como la diabetes tipo 2, presión arterial alta o enfermedades cardiovasculares. Además, se ha descubierto que estas personas también tienen un mayor riesgo de sufrir cáncer.
Los motivos que pueden llevar a ello son:
El aumento de los niveles de insulina.
La inflamación crónica de nivel bajo, relacionada con el aumento de muchos casos de cáncer.
Cantidades más elevadas de estrógenos, que hacen crecer el riesgo de cánceres como el de mama o endometrio.
El número alto de células grasas que producen un crecimiento de las células cancerosas.
La pérdida de peso y recuperación de forma repetida también puede ser un factor desencadenante.
Los tipos de cáncer más asociados al sobrepeso son el de mama, el de colon, de útero, riñón, cuello y cabeza, esófago, páncreas, endometrio, próstata, vesícula biliar o tiroides.
Los expertos recomiendan mantener un peso saludable. Para ello, se deben seguir unas normas alimenticias que ayudarán a conseguir el peso deseado (comer fruta, verduras, proteínas magras y grano integral, limitar los alimentos y bebidas con mucho azúcar). Por supuesto, la actividad físicas es muy importante para completar la dieta alimenticia; entre 30 y 60 minutos de ejercicio moderado diario puede ser suficiente.
A veces, los cambios nutricionales y de actividad física no son suficientes, porque el sobrepeso de debe a otros factores como los genéticos, hormonales, ambientales, emocionales,… En este caso, acudir a un nutricionista experto en estos temas, te ayudará a determinar tus necesidades concretas.
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