La hipertensión arterial puede afectar a distintos órganos
Entre ellos, el corazón y los riñones
La hipertensión arterial no controlada o no tratada puede acabar afectando a diversos órganos del cuerpo, conocidos como “órganos diana” e incluyen el sistema nervioso central, las arterias periféricas, el corazón y los riñones.
En lo que se refiere al sistema nervioso central, la hipertensión puede causar accidente cerebrovascular, encefalopatía hipertensiva, lesiones cerebrales microvasculares y demencia.
En las áreas periféricas puede acabar provocando disfunción endotelial crónica, arterioloesclerosis con engrosamiento o progresiva, o aneurismas.
El corazón puede verse afectado por enfermedades como la hipertrofia ventricular izquierda, fibrosis miocárdica, isquemia microvascular coronaria, síndrome coronario agudo, infarto agudo miocárdico, disfunción diastólica o sistólica, insuficiencia cardíaca congestiva, valvulopatías degenerativas, o arritmias.
Por último, con hipertensión arterial, los riñones pueden desarrollar patologías como microalbuminuria, fibrosis tubulointersticial del parénquima renal, glomeruloesclerosis focal, isquemia renal, infarto renal o insuficiencia renal crónica.
¿Qué es la hipertensión?
Cuando hablamos de hipertensión arterial nos referimos a la elevación de los niveles de presión arterial de forma continua. La presión arterial es la presión que ejerce el corazón sobre las arterias para que lleven sangre a los diferentes órganos.
Por eso, una presión arterial elevada puede acabar afectando a órganos vitales e incluso al cerebro.